12 DE JULIO
DOCUMENTO: MEJORANDO LA AUTOIMAGEN P 51-54
RELATOR ALVARO ARROYAVE
PROTOCOLANTE: JENNIFER MEDIANA
En casi todas las épocas y culturas, la “belleza” ha sido admirada como un don especial. Las personas somos crueles con aquellas que reúnen las características de feas. Es común ver cómo las personas se burlan de lo que a juicio de cada uno, se considera un extremo poco común, como la “gordura”, “estatura”, ser “narigón”,” flaco”, entre otras. Aunque el autor no hace referencia a situaciones genéticas o malformaciones de nacimiento, también éstas hacen parte de la burla.
Desde el mismo momento en que se nace, el niño o niña es sometido a una crítica por parte de la familia y su entorno; el comentario que con mayor frecuencia se escucha es “que lindo” o “que linda”, por ello el juicio estético que la cultura le da a la apariencia física del ser humano tiene enormes consecuencias para su futuro. No hay un criterio universal para la belleza. Cada ser persona valora la belleza desde una perspectiva diferente; los criterios subjetivos con los cuales se le da un valor cualitativo a la estética hacen que el valor de ésta trascienda más allá de la apariencia exterior y se le dé un enfoque a la belleza integral del niño. Si crea en él un sentimiento o una necesidad de ser hermoso, acarreará consecuencias para su autoestima haciéndolo sentirse incapaz de cumplir el ideal familiar. El autor en su experiencia cita cómo personas con una belleza normal, se reprochan de una manera irracional el ser “feas”.
Una de las causas más devastadoras de la pérdida de autoimagen, es la sinceridad de los niños al poner apodos de acuerdo al defecto de tipo estético, lo que ocasiona complejos que perduran dejando huellas que en la adultez aún recuerdan.
A medida que el niño o la niña va pasando cada una de las etapas de su desarrollo, a pesar de que se le critique su color de piel, el color y forma de sus ojos, la forma de sus dientes, piernas, entre otros, va adquiriendo una madurez tal, que no requiere de jueces, más sí busca la perfección.
Cada etapa de la vida tiene su encanto y es necesario vivirla lo mejor posible, evitando a toda costa detener la belleza de etapas anteriores, desconociendo el paso de los años, lo que causaría una depresión.
Toda persona tiene su propio concepto de lo que es “belleza” y aunque los medios de comunicación tengan influencia de convencimiento acerca de la moda, su decisión está cimentada en criterios de seguridad al decir: “me gustó porque así me gusta”.
La atracción hacia otra persona o el gusto por algo, son impredecibles a veces, alguien se enamora de otro o le agrada algo que vio y no sabe realmente el por qué le gustó o agradó. Cuando se trata de la autoimagen, se es implacable, se compara con imágenes publicitarias y se exige demasiado. El enamoramiento acepta al otro sin reparos porque no se ven los defectos ni las falencias, como el dicho “el amor es ciego”.
Lo que importa, destacado en la autoestima, es gustarse a sí mismo y resaltar lo que le agrade de sí, no lo que determinen los demás. Las personas tienen que ser seguras, venciendo miedos y revisando sus propios conceptos estéticos; se tiene la costumbre de darle mayor importancia a lo que a uno le falta, ignorando lo que se posee que sólo se valora cuando se pierde. Pensemos en lo que dice Walter Riso: “Tal vez suceda que una vez cada siglo, la alabanza eche a perder a un hombre o lo haga insufrible, pero es seguro que una vez cada minuto algo digno y generoso muere por falta de elogio”.
Entonces, rescatemos y disfrutemos lo que tenemos, sin exigir lo imposible, pues la perfección no existe y buscarla nos acarreará problemas, terminando en la depresión. Sintámonos orgullosos y felices de los atributos físicos que tenemos, seamos positivos, evitando a toda costa los complejos tanto de superioridad como de inferioridad, no nos tengamos lástima ni inspiremos pesares.
Podemos conjugar lo físico: “lindo” o “feo”, con valores morales como amabilidad, ternura, seducción, sensualidad, cultura, alegría, afecto, gracia, entre otros.
Si realmente nos agradamos y gustamos, encontraremos a alguien que guste de nosotros.
Gustarse es abrir los horizontes afectivos, es arriesgarse y aumentar las posibilidades de conocer gente.
CONCLUSIONES
• La autoimagen es aprendida a través de nuestras experiencias con el ambiente inmediato (amigos, novios, familia, etc.) y del aprendizaje social que hacemos de los medios de comunicación.
• Cuando el gusto va dirigido hacia uno mismo, nos detallamos demasiado y la atención se orienta a los defectos.
• Debes quererte a ti mismo y buscar dentro de sí todos los maravillosos valores que hay dentro.
• La parte física es muy importante pero no lo es todo.