viernes, 23 de julio de 2010

LA VIVIENDA COMO PROCESO SOCIO-ECONOMICO



TEXTO La Vivienda como Proceso Socio- Economico
AUTOR:  Franciose Coupé 1989
RELATOR: JOHN FREDY

PROTOCOLANTE: ALVARO ARROYAVE

LA VIVIENDA COMO PROCESO SOCIO-ECONOMICO




Se dice que todo comienza desde el hogar, pero que pasa cuando la vivienda la que llamamos hogar: su tamaño, diseño y ubicación es solo de la complacencia del Urbanizador (Vendedor), y donde la opinión del usuario se limita al alcance de sus ingresos y no verdaderamente a la magnitud de sus necesidades; y aun peor desconociendo los verdaderos estatutos de usos del suelo (Reforma Urbana) que cobijan la zona de hábitat. ¿Hasta cuantos niveles se puede construir? ¿Qué tanto crecerá el barrio? Son preguntas que todo propietario debe considerar trascendentales y de prioritaria respuesta al adquirir vivienda propia.



En la actualidad de nuestra ciudad no resulta extraño que las personas de escasos recursos, su vivienda sea tal vez el único patrimonio que heredarán sus familias, por lo tanto el potencializar su valor se convierte en la única ilusión de las personas en su gran mayoría de escasos recursos que conforman la población de la ciudad de Medellín y del territorio Colombiano.



Lo anterior es planteado por el autor, donde describe ligeramente los errores de decisiones políticas, el actual mecanismo de oferta de vivienda y cual es la concepción de la vivienda como proceso socio-económico.



Nada es fuera de la realidad, los problemas de los usuarios de vivienda si es que aun la poseen no están concentrados solamente en la falta de dinero si no también, en las formas de producción y la forma como se financia la vivienda. Un usuario que busca una vivienda, sea nueva o usada, que cumpla los requerimientos mínimos para que se le denomine digna, a veces es negada por tener unos ingresos bajos, por no tener un empleo estable y antiguo, o por no ofrecer un bien de respaldo, estos son solo algunas de las razones por las que las probabilidades de poseer una vivienda sea cada vez menor, ni que decir de la entrega de la famosa vivienda de interés social donde manos inescrupulosas las utilizan como pagos de favores políticos a individuos que de alguna u otra manera se ganaron la confianza de personas de una comunidad marginada y fueron utilizados como títeres dominados desde la necesidad, o que tal el sofisma mencionado en el documento que formuló un asesor del alcalde de Medellín ante la escasez de recursos “Debemos preguntarnos si damos un sancocho de gallina a 10 personas o una sopa de arroz a 100”. Todo compagina para que el deterioro y el regateo del hogar colombiano este en aumento, dando oportunidad para que aparezca el mercado de los oportunistas, vividores de sueños.



Aquí algunos de los aspectos generadores de problemas del usuario de vivienda.

Ante el déficit de vivienda y sobre todo la de interés social, se origina una producción en masa del sector privado que obviamente no está hecho a la medida, para que gran parte de la población pueda acceder a una de estas viviendas, y por no tener el suficiente dinero no significa que las personas de escasos recursos no puedan obtener un hogar, de ahí que las personas se dirijan a lugares baldíos o lotes piratas, barrios discriminados, solares, y ante la percepción de mejoría en la adecuación de sus hogares, y una pequeña muestra de tolerancia por parte del estado, compran ladrillos, tejas, consiguen latas, edifican improvisadas viviendas, después vienen las manifestaciones, enfrentamientos con la fuerza pública, y al final lo que se inicia con una invasión, va evolucionando a enormes asentamientos llenos de pobreza, por ultimo termina como el famoso barrio popular.



Se hace un llamado de atención al gobierno, y se solicita apoyo para estas personas con poca capacidad económica que desean beneficiarse con las viviendas de interés social, dando más opciones para acceder a ellas; como el proceso de desarrollos variados y colectivos al mejoramiento de espacios comunitarios.



En muchas ocasiones no se accede; o se consulta a un mecanismo de financiación, pero estos deben ser más flexibles en sus sistemas de crédito, para que se pueda acceder a él con facilidad, y generar recursos y oportunidades de adquirir patrimonio y ahorro que tienda a valorizarse con el tiempo. Existe un desequilibrio entre el precio de la vivienda, con el peso colombiano, ya que una persona con menos de 3 o 4 salarios mínimos difícilmente puede aspirar a una vivienda sin respaldo o garantía, porque no tendría la facilidad, ni el apoyo de asumir una deuda que supera con creces sus ingresos mensuales, aún más cuando se incrementan los costos de vida continuamente.



Una opción de ayuda que se ha utilizado comúnmente por los usuarios, es realizar en la vivienda actividades productivas que los beneficien como ayuda económica, (como tiendas, misceláneas etc.). Todo esto es un beneficio no sólo al deudor, sino también a la comunidad en general haciendo más habitable su entorno.



Los constructores por su parte, deben de ser mas consientes de la problemática que generan: fuera de que imponen los precios, que por lo general son bastantes altos, las construyen, manejan el espacio, y la ubican a su antojo. Sus medidas de reducción de costos, han hecho de la vivienda de los colombianos un artículo perecedero, después de unos años de habitarla: las grietas, las humedades, pisos tarjados, hundimiento del terreno, son algunos de los dolores de cabeza de sus habitantes, aun no han terminado de pagar la deuda, si no que ahora necesitan un nuevo préstamo para remodelar su casa.



Los constructores no responden, las entidades financieras abusan con las tasas de interés, el gobierno se hace el de los oídos sordos, y el hogar inicia un ambiente de tensión y discusiones entre los habitantes. Todo por la negligencia y la falta de honestidad del vendedor, el no realizar un estudio del terreno, no estudiar los apartes de la reforma urbana, el utilizar materiales de baja calidad, y la ambición de dinero son problemáticas que vive a diario el usuario de vivienda.



También el exceso de publicidad y forma de venta crea necesidades y gastos que no son necesarios (esto es un llamado de atención a los usuarios de vivienda); el hecho de construir una piscina en una casa o unidad (un ejemplo), sin tener en cuenta que eso representa gastos de administración, mantenimiento, vigilancia, no es acorde a las necesidades diarias, se debe en racionalizar lo posible para conservar un nivel de vida digno.



Otro hecho que se presenta es que el espacio contiguo a la vivienda (parte externa), ni la vivienda misma, están bien distribuidos, ya que no se construyen acorde con las necesidades, haciéndolas con poco espacio, e incómodas para la familia y la circulación, afectando así la salud física y mental, la integridad y la privacidad de una familia; a quien no les queda más opción que salir de casa para sentirse mejor, dejando a un lado la armonía y convivencia familiar para dar paso a la violencia intrafamiliar, las bandas juveniles.



En conclusión; no solo es construir viviendas para protegernos de la lluvia y generar refugio para los más necesitados, es dar soluciones seguras, duraderas y justas, viviendas que puedan ser de fácil adquisición para las personas de bajos recursos, es construir un país de zonas seguras y confiables para nuestras familias. La sociedad del futuro debe vivir dignamente, en un hogar tranquilo y de mucha paz.